Cuando un "cromosoma de más" no es un obstáculo para alcanzar metas
Martina es una joven que asiste a un colegio integrador el cual la semana pasada la nombró abanderada del nivel secundario. Ella posee Síndrome de Down pero asegura que no es un impedimento en su vidaNeuquén .- Martina es una joven que asiste a un colegio integrador el cual la semana pasada la nombró abanderada del nivel secundario. Ella posee Síndrome de Down pero asegura que no es un impedimento en su vida. Una vez egresada tiene pensado continuar estudiando una carrera universitaria.
Martina Komacek tiene 17 años y es una joven divertida y símpatica. “Cuando me dijieron que iba a ser abanderada me puse muy contenta y me largué a llorar de la emoción” explicó al describir el momento en que le dieron la noticia.
En un acto realizado la semana pasada en el colegio Umbrales que la tiene como alumna, la joven formó parte de la comisión de abanderados conformado por los alumnos con mejor desempeño escolar.
El colegio secundario posee las mismas materias que cualquier institución, es decir alrededor de doce por año. Yo elegí la orientación de administración de empresas aunque hay materias que me gustan más que otras” expresó.
El apoyo familiar es muy importante ya que sus padres y hermanas la incentivan para desenvolverse en la vida diaria. Aparte de ir al colegio hago danza y actuación” precisó Martina, quién asiste a academias de baile desde los seis años.
Sandra Nogués, madre de la joven explicó que ellos como núcleo familiar la incentivan para que se desenvuelva en los quehaceres cotidianos. Tenemos una acompañante terapéutica que sale con ella por las tardes para que sepa desenvolverse, por ejemplo al ir de compras o el andar por el centro”.
Desde su lugar, Martina explicó: “yo siempre le digo a la gente que me mira o me dice algo que soy una persona normal, que puedo hacer cosas como cualquier otro, con la única diferencia que tengo un cromosoma más”.
Cuando la integración suma importancia
Martina siempre asistió a colegios en Neuquén, pero desde séptimo grado concurre a la institución Umbrales en la ciudad de Cipolletti quien el próximo año la tendrá como egresada de quinto año.
“Siempre la tuvieron a ella como una alumna más; las evaluaciones son las mismas al igual que las tareas” contó su madre.
Con respecto al rol del docente, existen casos en los que se crea un vínculo que favorece la relación entre el alumno y el profesor. "Mi profe de Literatura Arte y Sociedad (LAS) es muy bueno y divertido, por eso es la materia que más me gusta” dice la joven. “Claudio confió en mí, y por eso formamos una buena amistad” agregó.
La institución le permitió a los padres que una maestra integradora presencia algunas clases para luego ayudar a Martina en las tareas del hogar, como así también aceptó que ella asistiera a clases con una notebook para tomar apuntes. “Prácticamente no usa carpetas, y eso la ayuda para organizarse al momento de estudiar” aclaró su padre Eduardo.
Con respecto a los estudios universitarios, Martina tiene decidida la carrera que seguirá al salir de quinto año. "Fuimos a averiguar a la Escuela Superior de Danza Contemporánea porque me gusta mucho bailar”, explicó Martina, quien el próximo año rendirá el examen de ingreso que establece la carrera (BC) .
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