Una colega "profesional", que ocupa un alto cargo en una universidad limeña, luego de leer mi blog, me hizo el siguiente comentario: "Qué pena que Victoria aparte del síndrome de Down tenga también autismo (sic)". Al escucharla se me escarapeló la piel y solo atiné a responderle: " No quiero que sientas "pena" por mi hija".
Tengo que reconocer que me habría encantado añadir: "Eres tú quien me da pena", pero no lo hice por respeto a su persona. Es alarmante que gente, que tiene a su cargo la delicada labor de formar profesionales, continúe leyendo la diversidad desde el paradigma "normocéntrico". Lo único que deseo y exijo que sientan por mi hija es RESPETO.
Rosa Luna
Orgullosa madre de Victoria (11) síndorme de Down/autismo
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