miércoles, 18 de mayo de 2011

APOYO CONDUCTUAL

Apoyo conductual positivoImprimirE-Mail
thumb_parejaNuestro planteamiento de trabajo, en relación a las conductas desafiantes, se basa en el apoyo conductual positivo, que ofrece las estrategias necesarias para conseguir cambios conductuales mediante un proceso continuo, adaptado permanentemente a los diferentes momentos de la vida de la persona. La investigación ha demostrado que las estrategias de castigo, especialmente cuando éstas se aplican inconsistentemente y en la ausencia de otras estrategias positivas, no son efectivas.La construcción de un comportamiento adecuado a las normas viene dada por experiencias positivas, por lo que debemos dar oportunidades a los niños y niñas, de cualquier edad, a vivir estas experiencias, reforzando las conductas sociales positivas. Aplicando modelos Proactivos de intervención, es decir, enseñando y promoviendo las conductas deseadas y valorándolas aumentamos de este modo su frecuencia.
Algunas personas ya presentan una huella, de mayor o menor profundidad, basada en comportamientos negativos, que se ha construido a través de miles de ocurrencias en las que se ha logrado la respuesta deseada.  Cuando nos empeñamos en la hipótesis de que el castigo elimina la conducta nos estamos olvidando del objetivo de dicha conducta, es decir de la respuesta y de la imantación tan potente que tiene a través de la huella construida con el tiempo.Basándose en una evaluación funcional, podemos ver cómo la conducta problemática puede tener su punto de partida en una función adecuada: comunicar mensajes, manejar emociones, escapar de sucesos desagradables, etc. El modelo no trata, por lo tanto, de eliminar la conducta, sino  de enseñar formas alternativas de conseguir esos fines, positivos y comunicativos, pero que sean funcionalmente equivalentes y que estén adaptadas al entorno y a las capacidades del niño.
También se trabaja para cambiar aspectos del entorno que desencadenan o mantienen las conductas, es decir se adapta el entorno. Siempre se aplican en contextos naturales y en las actividades normales del día a día para conseguir una buena generalización.
En los programas de conducta se utilizan materiales visuales para ayudar a anticipar, negociar y planificar las acciones. Los contratos escritos y/o dibujados son una buena estrategia cuando queremos crear un intercambio de negociación positivo y desarrollar nuevos hábitos de comportamiento.  Las técnicas de relajación también las desarrollamos, ya que resultan de gran utilidad para los momentos de estrés, actividad excesiva, miedos.. favoreciendo  el autocontrol.
Cuando los/as niños/as presentan conductas obsesivas también es necesario realizar una intervención que las disminuya o elimine, ya que éstas están limitando su desarrollo y retroalimentándose sin ninguna función social, por lo que suelen aumentar su frecuencia.

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